sábado, 4 de octubre de 2014

LA ANIMACIÓN A LA LECTURA

REFLEXIÓN


En nuestras manos está formar niños lectores, niños que tengan una inclinación por la lectura, que se sientan atraídos por descubrir nuevas cosas a través de ella.

La pregunta es en cómo lo haremos. Pues para que se logre el propósito de contar con estudiantes interesados por leer y que sientan placer al coger un libro y disfrutar de la lectura debemos empezar a trabajar desde ahora. Pues para ello, toda la comunidad educativa (director, maestros, padres de familia, aliados estratégicos y estudiantes) debe estar involucrada con el propósito y comprometidos a trabajar en favor del estudiante.

El director y sus maestros deben ser quien busquen técnicas de animación a la lectura y desarrollar sus propias estrategias de acuerdo a las características de sus niños. Hay muchas técnicas por desarrollar y que podemos encontrar en libros o a través del internet, pero podemos variar las estrategias de los mismos. Así como tenemos: la caja mágica,  fiesta de libros, los libros requieren un buen trato, entre otros.


Así mismo, hacer partícipe al padre de familia en darle continuidad en la casa; para que esa motivación, el espíritu e interés por leer se convierta en un hábito y luego en una costumbre o necesidad. Es por ello, que nosotros los maestros les enseñamos a los padres de familia la forma o pasos que debe seguir para que los niños aplique o transfiera lo aprendido en el aula, a su vida diaria. Como podemos citar: que les lea los ingredientes que han utilizado para elaborar los fideos, leer los ingredientes y procedimientos para preparar una mazamorra, que lean el recibo de luz o agua, o cuando van a pasear que lean los nombres de las avenidas y los carteles o afiches más relevantes, entre otros.

No olvidemos que cada institución tiene que tener implementada su biblioteca escolar y/o de aula, para programar espacios de lectura por placer. Es por ello, que necesitamos sin lugar a duda, la participación activa de los aliados estratégicos que nos proporcionarán: afiches, volantes, trípticos, cuentos, fábulas, historietas, entre otros textos.


En mi institución educativa rural hemos organizado nuestra propia biblioteca con las producciones de los mismos niños (adivinanzas, rimas, acrósticos, cuentos, descripciones, historias, etc.), esto ayudado mucho a la interacción con el texto, porque tienen curiosidad por saber que han escrito sus compañeros. Así hemos iniciado y luego vamos a compartir nuestros textos con la otra aula y tenemos la idea de publicar nuestro libro de textos y vender a otros niños de la comunidad o a sus mismos padres.